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Cuando se habla de cómo el desarrollo acelerado está cambiando el uso de las TI, y de cómo la nube es ahora la mejor tendencia para el almacenamiento virtual por su seguridad, los CEO o parte del consejo de administración, sin olvidar a muchos directores de área, tienden a opinar que este desarrollo todavía tiene muchos defectos. Es posible que todavía descrean de su uso.
Sin embargo, cuando se demuestra el valor real del almacenamiento virtual, muchos directivos cambian de postura. La infraestructura TI encuentra actualmente riesgos reales, y la nube es más segura que los sistemas tradicionales, en términos generales.
De acuerdo con algunos expertos, las diversas amenazas cibernéticas pueden no ser tan importantes para muchos directores de las empresas, lo cual es un grave error que puede costar la vida de la organización. Literal.
Está comprobado que los ataques de hackers o de ciertos ciberdelincuentes van en su mayoría dirigidos a instalaciones propias, que a las que ofrecen proveedores de servicios.
Si tomáramos una medida aproximada de esto que se menciona, podríamos señalar que la infraestructura de una compañía grande experimenta un promedio de 61.4 ataques al día, mientras que los entornos del proveedor tienen sólo 27.8. De hecho, los ataques de Denegación de Servicio (DDoS) son muy altos, en comparación con los de que sufre un contratista externo especializado en administración de servicios de TI.
LEYENDAS EN TORNO AL ALMACENAMIENTO VIRTUAL
Está claro que hay mitos sobre que la computación en nube es inherentemente y menos segura que los almacenamientos tradicionales. La paranoia se debe en gran parte al hecho de que los datos almacenados en los servidores y sistemas del proveedor no están bajo control de la empresa, algo que de cierta forma también es falso.
El control no significa seguridad. La ubicación física de los datos importa menos que los medios de acceso. Este es el caso tanto para los sistemas basados en nube como para la informática empresarial tradicional. Por otra parte, los que construyen plataformas basadas en el almacenamiento virtual para las empresas suelen centrarse más en la seguridad y la gobernabilidad, que los que crean sistemas internos que las protegen con firewalls, antivirus y otras defensas no tan robustas y de poca actualización.
Los sistemas construidos sin rigor en torno a la seguridad serán fácilmente vulnerables estén o no en nube. Por lo tanto, la mejor práctica es centrarse en una estrategia de seguridad bien definida y ejecutada con la tecnología que permite repeler cualquier tipo de ataque.
Comprender que el control de acceso es mucho más importante que la ubicación de los datos, es algo que todo CEO debe tener en cuenta a la hora de elegir en que plataforma se invertirá.
Las pruebas recurrentes de vulnerabilidad son una necesidad absoluta, y normalmente esa es una garantía que sólo ofrece un proveedor externo de nube y servicios administrados.
Cuando una compañía sufre constantemente ataques cibernéticos, la mejor opción es la nube, pues expertos en control y prevención de riesgos están preparados para actuar y repeler este tipo de situaciones.
Hoy en día, los ataques DDoS son muy comunes, pues se puede encontrar software en internet para que cualquier hacktivista intente “tirar” la operación de la compañía en la red. De lograrlo, el tiempo que se esté fuera de servicio es crucial, pues de tardarse en recuperar se pierden recursos y, sobre todo, reputación. El almacenamiento en nube ayuda a responder oportunamente, e incluso a cuidar que la información no sea fácilmente robada si hay algún tipo de incidencia con malware.
Pensar de forma diferente alrededor de la seguridad y la nube es importante, pues sin la cantidad adecuada de planificación y una buena tecnología, las plataformas basadas en la infraestructura tradicional corren severos riesgos. Como dice ese viejo dicho, más vale prevenir que lamentar, y en TI una violación a la seguridad puede poner fin a tu inversión total.