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Breve guía para blindar contra todo tus datos confidenciales
Es un reto cada vez mayor cuidar la información confidencial de una empresa en crecimiento, pero si se sigue una serie de sencillos pasos, esta tarea pasa de ser un desafío a un procedimiento bastante fácil de realizar.
Primero identifica cuál es la información más sensible. Hacerlo te permitirá tenerla a la mano en caso de que todo falle y tu empresa tenga que ser reestructurada nuevamente.
Se cree que de toda la información que maneja una compañía, la esencial representa solo un 5%, así que identificarla te permitirá protegerla mejor y mantenerla muy, muy lejos del resto de los datos para que esté 100% segura.
Además, saber qué información es la que tiene prioridad sobre otra, te permite identificar a cuántas personas les darás acceso a ella para cuidarla y respaldarla. Recuerda que necesitarás de los expertos más capacitados y mejor entrenados para resguardarla sin miedo a que llegue a perderse, corromperse o filtrarse.
En caso de que tu información sea demasiado atractiva para un hacker, no dudes en acudir a un experto que te ayude a encriptarla. De esta manera será virtualmente imposible que alguien llegue a husmear en tus archivos en busca de datos que le sean de utilidad para venderla al mejor postor o secuestrarla.
Haz una copia de seguridad o un respaldo de todos tus datos y una vez que hayas pasado por este proceso, vuelve a hacer otro backup para mantenerlo en un entorno seguro y lejos de tu empresa.
Esto te permitirá arrancar de nuevo tu negocio en caso de que la información que lo hace funcionar se pierda completamente.
No te olvides de hacer copias de seguridad diariamente y de mantenerlas seguras en un servidor físico on premise o en la nube. Recomendamos que para este punto te acerques a un experto para que te oriente sobre las plataformas que mejor protegen este tipo de información.
La vasta cantidad de datos que maneja una firma de cualquier tamaño incluye información confidencial de sus empleados, ejecutivos o herramientas esenciales para el funcionamiento del negocio; por eso es importantísimo que capacites a quienes manejan estos respaldos y al equipo que administra esta información para que la cuiden y respeten celosamente.
Para ello siempre puedes acudir a un contrato de confidencialidad conocido también como NDA (Non-Disclosure-Agreement), que no solo te cuida contra las filtraciones de información privada, sino que también te da la seguridad de que el manejo de esta se hace con total discreción.
Tener a un equipo a cargo del manejo de tus datos es una de las partes más difíciles de su gestión y cuidado, pero si llegas a organizar un plan ideal en el cual cada persona tenga una tarea que realizar, será mucho más fácil organizarse en caso de que se presente una crisis.
Es esencial que sepas exactamente quién tiene acceso a cierta información; de esta manera podrás detectar el origen de una crisis para resolverla inmediatamente.
Monitorea de cerca las actividades de tu equipo y delimita áreas virtuales para cada uno de sus miembros con el fin de controlar lo que hacen con los datos de tu empresa.
Con esto ya deberías tener cubiertas todas las brechas que podrían poner en riesgo tu negocio, pero así como lo dicta la Ley de Murphy: sin importar cuánto te prepares, algo podría salir mal, y por eso necesitas un plan de contigencia que te prepare para lo peor.
En caso de no tenerlo no podrás echar a andar los procesos esenciales de tu empresa y eso se traduce en una colosal pérdida de tiempo y dinero.
Reúnete con tu equipo de TI, delega responsabilidades, establece planes de acción y acércate a un experto en seguridad y soluciones digitales para que te ayude a contener una crisis y solucionarla en el menor tiempo posible.