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“Tener nuestra información segura y siempre disponible”: tal es el mantra del que muchos echan mano para definir a la computación en nube. En efecto, esta tecnología revolucionó la forma en que accedemos y almacenamos datos.
Gracias a la nube, podemos recibir una notificación minutos antes de la hora programada para una cita, escuchar nuestra música en streaming o ver esa película de Netflix o de algún otro servicio semejante.
La mayoría de las aplicaciones que descargamos en nuestros teléfonos o tablets tienen como residencia internet. La nube les permite, por ejemplo, lanzar una alerta a los conductores de los coches eléctricos cuando sus baterías se quedarán sin carga, y mostrándoles dónde hay una estación de carga sin necesidad de llamar a una grúa.
Otra muestra elocuente: una importante empresa de equipos médicos desarrolló unaapp basada en nube que se alimenta de información que los ingenieros especialistas en ese campo van arrojando, y con ello ir mejorando los productos que se crean a futuro. Los mismos datos recopilados están dando a los técnicos acceso inmediato a módulos de información, para encontrar la manera de reparar un determinado tipo de equipo.
COMPUTACIÓN EN NUBE: LAS INCREÍBLES PREDICCIONES
Cuando la gente utiliza los motores de búsqueda, por lo general no se dan cuenta de que están ingresando a una red de servidores que transmiten la información en tiempo real y que soporta increíbles niveles de almacenamiento, que es el principio de la nube. A medida que su poder crece, uno de los efectos será el de hacer que el software y la informática sea invisible. En pocas palabras, la interacción que se tenga con las computadoras será más de manos libres, tipo Kinect, que permite a los videojugadores no utilizar controles y sólo tienen que realizar gestos y movimientos que son interpretados por una cámara 3D y el sistema de detección de infrarrojos.
Pronto veremos más de estos equipos que, al sumar la realidad virtual, ayudarán a hacer más fácil la computación, gracias a la nube. Vamos a ser capaces de caminar en una habitación con cientos de sensores que responderán a nuestra presencia.
Otras interacciones que tenemos ya actualmente gracias a la nube son tener registros de inventario visibles y confiables. Los compradores siempre conectados, que navegan por los distintos servicios de eCommerce o a través de las redes sociales, están empezando a ejercer su influencia, como “sugerir” a la tienda de su gusto que iguale un precio que se encuentra en el sitio web de un competidor.
El valor de marca del vendedor se verá afectada drásticamente por la forma en que satisfacen a estos compradores con móviles inteligentes.
Para satisfacer a los nuevos mercados que se crean gracias a la nube, y ganar más clientes y aumentar sus ingresos, las pequeñas y medianas empresas deberán de pasar a estar limitadas a ciertas zonas geográficas, a escalar a una proyección mundial gracias a internet, sin necesidad de aumentar mucho sus presupuestos.
En cuanto a la seguridad, la nube elimina esa preocupación, pues tanto las computadoras como los dispositivos móviles ya no almacenan los datos; más bien, se convierten en el instrumento de gestión para acceder a ella.
Muchas naciones, entre ellas México, no han desarrollado sólidas infraestructuras —comparativamente— de TI, lo que significa que pueden adoptar la nube más rápidamente, y explotar nuevas oportunidades. Al mismo tiempo, esta tecnología les proporcionará la facilidad de convertir los dispositivos móviles en el conducto para abrir nuevos mercados de volumen.
La nube ofrece a todos emocionantes formas de colaborar, desarrollar productos y poner a prueba las ideas rápidas y económicas, lo que podría acelerar la tasa de aumento del espíritu empresarial. Además, hoy en día la computación en nube ofrece a los usuarios de los dispositivos móviles un nivel de precisión de reconocimiento de voz que es casi similar a los servicios de transcripción basados en los centros de llamadas, es decir, las barreras del idioma se dejan de lado.
La nube es y será la manera en que internet trabaje y enlace al mundo físico y virtual, y elegir un buen proveedor es el reto que deben enfrentar no sólo lo grande corporativos, sino hasta el usuario residencial.
