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Muchas empresas buscan en los servidores virtuales una medida de ahorro, principalmente. Son más escalables, flexibles y no necesitan ocupar un espacio en las instalaciones de la compañía. Por supuesto, son mucho más baratos que un servidor físico.
Sin embargo, ojo, los servidores virtuales no son impenetrables. Necesitan de un servidor físico para ejecutarse sucesivamente y, por ende, tienen las mismas vulnerabilidades. Debido a esto, la virtualización completa puede ser, en algunos casos, una mala idea. Muchas empresas quieren mantener algunas funciones bajo su control, lo cual no es malo.
Para las empresas pequeñas y medianas, el servidor físico puede alojar los virtuales, utilizando 90 por ciento de su capacidad y requieren mucho menos trabajo de mantenimiento. Proporcionan un ahorro energético y de hardware. Y, como un bono, configurar un servidor virtual puede durar tres horas.
Por desgracia, eso también significa que ahora se tienen varios servidores virtuales de forma simultánea en riesgo de fallo, porque todos ellos residen en el mismo hardware. Software, servidores virtuales con copia de seguridad y otras técnicas pueden reducir el riesgo, pero todavía hay muchos casos en los que las empresas deben evitar el uso de un almacenamiento en nube completamente.
CASOS EN QUE EL SERVIDOR FÍSICO ES IRREEMPLAZABLE
Algunas aplicaciones simplemente no se adaptan a la virtualización. Por ejemplo, cualquier software que requiera un dispositivo de seguridad para su función, tales como los sistemas de climatización que lo utilizan para administrar su operación, cuestan mucho trabajo llevarlo a una plataforma en internet, más de lo que pueden costar.
Además, algunas aplicaciones requieren cantidades extremas de memoria RAM, como la transmisión de video, y pueden sufrir en un entorno virtualizado. Algunos rendimiento se pierde en el software del sistema anfitrión, a menudo más de lo que sería aceptable.
Los sistemas heredados son también un problema, ya que necesitan adaptadores de red especiales que pueden ser costosos y que pueden implicar demasiado trabajo para actualizarse y mantenerse.
La virtualización de la seguridad trae toda una serie de dolores de cabeza. Hay problemas de sincronización de tiempo. Además, la pérdida del servidor host significa que nadie puede entrar en el edificio para arreglarlo.
Debido a que la industria de TI reconoce que la seguridad informática en entornos virtuales necesita más atención, no debe incluirse cualquier información sensible en un servidor que opere en internet. Los cortafuegos o Firewall son también problemáticos cuando se intenta virtualizarlos. Hay demasiadas puertas traseras que podrían permitir la entrada de un programa o una persona no autorizada.
Finalmente, algunos expertos aseguran que los sistemas de recuperación de desastres necesitan estar alojados por separado. De lo contrario, pueden no ser funcionales cuando los necesite para restaurar la totalidad o sólo una parte del servidor host.
Puede albergar físicamente “en casa” para mantener la información segura separada de un entorno en nube. Un enfoque inteligente es virtualizar todos los servidores que no son críticos, y luego usar el hardware para alojar los sistemas vitales. Por supuesto, esto sólo es factible en servidores físicos con la capacidad necesaria para manejar sus datos.
Aunque hoy en día hay grandes avances en los temas de nube, algunas empresas siguen requiriendo el uso de servidores físicos, y siempre es importante que tanto el gerente de TI como un especialista de su proveedor de servicios administrados se pongan de acuerdo como utilizar ambas plataformas.