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La alta disponibilidad es un concepto muy utilizado en las Tecnologías de la Información (TI). Implica que una compañía ofrezca a sus usuarios el acceso continuo a los recursos necesarios para realizar sus tareas, así como a las organizaciones la posibilidad de que sus clientes tengan servicios sin interrupción. En pocas palabras, es contar con una infraestructura sólida.
Cuando un sistema es inaccesible a los usuarios —o, dicho de otra forma, no está operando—, se define como “no disponible”. El objetivo es que los principales servicios estén trabajando sin fallas el 99.999% de tiempo, proceso conocido como el de los “cinco nueves”. Esto se traduce en un tiempo de inactividad por año de 5.26 minutos.
Además, una infraestructura de TI sólida ayuda a que la alta disponibilidad se sienta fortalecida e impulse la recuperación de los servicios caídos rápidamente ante desastres naturales o aquellos provocado por el error humano.
También protege contra los problemas locales, tales como errores de aplicación o a nivel de sistema, mientras que la recuperación de desastres protege contra cortes más grandes, tales como la insuficiencia de centros de datos ante un terremoto, incendios, cortes de electricidad, o un ataque físico o virtual.
DISPONIBILIDAD DE SERVICIOS, EL OTRO NOMBRE DE LA CALIDAD
Los principales beneficios para el usuario final, cuando se construye la infraestructura bajo el principio de alta disponibilidad, es que nunca experimentará tiempos largos sin servicio, aún exista una falla crítica. Las aplicaciones y los datos estarán siempre a la orden y disponibles para trabajar. Una organización puede seguir ejerciendo su actividad sin interrupción, lo que les permite servir a sus clientes.
El impacto en el negocio se verá reflejado en una buena posición en el mercado y en la competencia. Además hoy en día, las normas de seguridad empujan a las organizaciones a implementar sistemas de alta disponibilidad y planes de recuperación de desastres.
El punto de partida antes de dejar en el olvido esta inversión o no contratar a un proveedor especializado externo, es averiguar cuánto le podría costar a la organización una falla crítica del sistema, y sus servicios no estén disponibles para clientes y socios de negocios.
En otras palabras, es importante que se considere la capacidad de recuperarse después de un corte de luz. No sólo eso se cae la posición en el mercado de no ser eficaz, sino que sus clientes no verán una buena pareja en su oferta, lo cual afectará las relaciones con los socios de negocios.
Si tomamos como ejemplo el caso de una tienda de prestigio mundial, la pérdida puede ser muy grande y, como resultado, los clientes se irán con otro proveedor.
Y si contemplamos las instituciones financieras, la situación es similar. Sus clientes tienen por lo general que retransmitir en sus servicios, y si la infraestructura de un banco falla, las pérdidas son grandes si el tiempo es prolongado en lo que respecta a la recuperación.
El reto de la alta disponibilidad de los servicios es tener la confianza en su infraestructura en caso de un desastre. ¿Tu empresa es capaz de ofrecer este nivel de servicios?