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En 2015 una encuesta de la compañía RightScale señalaba que el 82 por ciento de las grandes empresas en Estados Unidos ya contaba con una estrategia de nube, principalmente híbrida, por encima del 74 por ciento que había 2014. A pesar del impulso que ha tenido este desarrollo, muchos CEO hoy todavía se preguntan qué es cloud computing y cómo puede beneficiar las operaciones de su empresa.
En grandes corporativos, una compleja infraestructura de tecnologías de la información (TI) usualmente entorpece la capacidad de detectar cambios y responder a ellos con rapidez. Si bien no hay una solución simple para este problema, la mejor aproximación viene en forma de computación en nube, un conjunto novedoso de herramientas y enfoques digitales.
El llamado cloud computing es, tal cual, la respuesta al enorme reto de administrar todos los servicios, aplicaciones y datos que se encuentran almacenados en servidores y equipos propios de la firma y su personal.
Hoy en día la mayoría de las empresas es dueña de su software y hardware. Mantenerlos puede ser muy costoso, pues se tiene que perseguir constantemente la tecnología de punta, siempre con el riesgo de no poder reaccionar oportunamente ante un fallo de seguridad que conduzca a la pérdida de millones de pesos.
QUÉ ES CLOUD COMPUTING: NUBES DE DIFERENTES VUELOS
La industria de la computación en nube está creciendo y evolucionando rápidamente, lo que genera un montón de jerga. Como resultado, puede ser difícil entender exactamente qué es el cloud computing y cómo sus ofertas difieren.
Simplificando un poco, se puede hablar de tres categorías. La primera de ellas, denominada Infraestructura como un Servicio (IaaS, por sus siglas en inglés), es la más básica. Se trata de un servidor o servidores en internet, con mucha capacidad de almacenamiento y ancho de banda.
Los clientes de la IaaS, que son a menudo las empresas de tecnología, por lo general tienen experiencia en TI, por lo que buscan acceso a potencia de cálculo, pero no quieren ser responsables de la instalación o mantenimiento de la misma.
El segundo nivel se llama Plataforma como Servicio (PaaS, por sus siglas en inglés). Esta es una plataforma basada en la nube que las empresas pueden utilizar para desarrollar sus aplicaciones personalizadas o software que se integra con las herramientas ya existentes.
Los entornos PaaS están equipados con tecnologías de desarrollo de software como Java, .NET, Python y Ruby on Rails, y permiten a los clientes empezar a escribir código rápidamente.
Una vez que el código está listo, el vendedor los recibe y lo pone a disposición de otras empresas y desarrolladores. Actualmente este el segmento más pequeño del mercado y se utiliza a menudo por compañías establecidas que buscan externalizar una parte de su infraestructura.
El tercero es el Software como Servicio (SaaS, por sus siglas en ingles), y es la parte más grande y más madura de la nube. Es una aplicación o conjunto de aplicaciones que residen en internet en lugar del disco duro de un usuario o en un centro de datos.
En los últimos tiempos se pueden usar comercialmente en forma de hojas de cálculo de productividad y colaboración, programas de procesamiento de textos, etc., y algunos de sus exponentes son Google Apps, Microsoft Office 365, y otras ofertas similares.
Las diversas ofertas que existen en cloud computing comparten similitudes. En primer lugar, los clientes alquilan en vez de comprar, cambiando el gasto capital de TI en uno operativo. En segundo lugar, los proveedores son responsables de todo el mantenimiento, administración, planificación de la capacidad, solución de problemas y copias de seguridad. Y, por último, por lo general es rápido y fácil obtener más almacenamiento en internet de un proveedor de IaaS; se obtiene más capacidad para manejar y crear proyectos con uno de PaaS, o tener más usuarios con las aplicaciones de la plataforma SaaS.
PRIVADAS Y PÚBLICAS
Algunas organizaciones construyen nubes privadas que van a poseer y mantener. Se trata esencialmente de centros de datos que utilizan muchas aplicaciones tecnológicas que se usan desde internet.
Estos desarrollos mantienen la promesa de ofrecer todas las ventajas de la nube pública, que es lo mismo pero se controla normalmente desde un proveedor y se oferta el espacio y las herramientas a los diversos clientes, con ciertos riesgos añadidos de seguridad y preocupaciones regulatorias extra.
Las economías de escala de las empresas que usan el servicio público redundan en grandes disminuciones de costos a través del tiempo, y debido a sus ambientes se vuelven más competitivos. Normalmente estos beneficios se reflejan en los precios de los productos finales.
¿Qué tan importante puede ser el cloud computing? Se trata de un cambio profundo y permanente en cómo se genera la potencia de cálculo y se consume. Es tan inevitable e irreversible como pasar del vapor a la energía eléctrica en la industria manufacturera. Del mismo modo que la transición trajo muchos beneficios y abrió nuevas posibilidades a los propietarios de la fábrica, también lo será la nube al conferir ventajas a sus adoptantes.
En la actualidad, hay una gran cantidad de incertidumbre y escepticismo alrededor de utilizar este tipo de tecnologías en internet, sobre todo entre los profesionales de las TI que tienen experiencia o apego a servidores y equipos en las instalaciones físicas.
Muchos expertos asumen que tanto el CEO como el Consejo de Administración de una compañía no deben dar a estas personas demasiada influencia sobre los planes de migrar a la nube, pues eso sería como poner a la tripulación que mantenía la caldera y la turbina de vapor, a electrificar una fábrica.
El CEO y otros altos ejecutivos de la empresa tienen que asumir la responsabilidad de llevar a sus organizaciones a la era de la computación en nube.
Normalmente las grandes empresas tienen a los profesionales de la compañía viajando en el extranjero por negocios, donde necesitan acceso inmediato y fiable a las estimaciones de costos, fotos, planos y otros archivos de gran tamaño. Durante varios años, algunos gerentes de TI aconsejaban manejar las cargas y descargas de todos esos documentos con un servidor FTP interno mantenido por el departamento a su cargo, que es difícil de usar y constantemente quedándose sin capacidad.
Una vez que se decidió recurrir a un proveedor de gestión de contenidos en la nube, el proceso mejoró y hubo una mayor competencia. Los recursos almacenados en internet puede ser vistos a través de un navegador web o aplicaciones desarrolladas para computadoras, tablets y teléfonos inteligentes.
De hecho, algunos de los mayores éxitos del cloud computing es que ha venido a permitir que los grupos y las comunidades trabajen juntos en formas que antes no eran posibles.
Ejemplos hay muchos, y los beneficios sustanciosos. Elimina dolores de cabeza administrativos, ayuda en la ubicación de empleados, dispositivos y límites de la organización. Todas estas ventajas se incrementarán a medida que avanzamos más en la era de la computación en nube.
El servicio de video en streaming, Netflix; el fabricante de juegos sociales Zynga, y eBay se encuentran entre las empresas que han declarado públicamente que la nube es una parte importante de su estrategia de negocios, y que no tienen que poseer la tecnología para competir con eficacia.
Qué es cloud computing, nos preguntamos entonces… Y la respuesta precisa varía con el tiempo. Pero las definiciones quizás ahora ya son lo de menos. Al conocer estos beneficios y como la era digital impulsa nuevos negocios y trabajos remotos, es tiempo de decidir si vale la pena migrar a la nube.