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Vivimos en tiempos interesantes. En los últimos años, la evolución de la tecnología y la economía ha puesto de manifiesto un cambio de paradigma fundamental en la forma en la empresa debe gestionar la utilización del ancho de banda y dar la máxima disponibilidad a la red para operar al ciento por ciento cada año.
Las nuevas aplicaciones requieren mayor rendimiento, y ante el boom de servicios en TI, muchos administradores se quedan cada vez con una mayor necesidad de ancho de banda, lo que acelera la demanda por parte del usuario. Resultado: restricciones más duras sobre los costos de operación de la red.
EL GRAN DILEMA DE LA DISPONIBILIDAD DE LA RED
A pesar del entorno actual, hay varias alternativas disponibles para ayudar al administrador de tecnologías de la información en la mejora de maximizar la disponibilidad de la red, y ayudar a resolver el dilema de ancho de banda. Tener una buena potencia debe de dejarse de ver como una fantasía.
Puede haber muchas formas de impulsar el que se tenga siempre una velocidad y ancho de banda ideal para operar, pero esto puede costar miles de pesos. Un administrador con experiencia recomendaría comenzar con una sólida comprensión conceptual y empírica de varios factores componentes como ¿cuál es el tamaño y el perfil de la base de usuarios?
Esto incluirá los usuarios de los hosts, los servidores web u otros recursos que residen en la LAN, servicios de aplicaciones remotas utilizadas por los trabajadores locales, VoIP u otros protocolos de streaming.
¿Cuál es el perfil de utilización? ¿Existen múltiples aplicaciones en uso constante, o hay variaciones en los patrones de tráfico basado en la hora del día? ¿Qué calidad de servicio se requiere? Hay que recordar que el contenido estático, tal como pasar Word o archivos de correo electrónico, ofrece mucho más margen de maniobra en términos de rendimiento que hacerlo en VoIP.
Otro tema a considerar es: ¿los routers de acceso existentes soportar la carga demandada? Aquí hay que considerar el número de puertos WAN configurables en la plataforma.
Para disponer de la máxima disponibilidad de la red hay que pensar en otros factores específicos de negocio de la compañía. Por ejemplo, ¿es asimétrico su requerimiento de tráfico entrante y saliente? ¿Hay picos periódicos en el tráfico a intervalos conocidos? ¿La solicitud de ancho de banda está sujeto a las fluctuaciones de algún suceso externo como el clima, las campañas de publicidad, comunicados de prensa, etc.? ¿Cuál es su plan de crecimiento a lo largo de 12 a 18 meses?
Por último, considerar una arquitectura híbrida podría ser útil. Por ejemplo, una serie de múltiples enlaces a varios proveedores pudiera ser opción, como un 2x2xT1, donde dos T1 son proporcionados por dos proveedores de servicios independientes. Esto permite que el mejor de los mundos posibles: el aumento de ancho de banda con el ahorro de costos, la resistencia de bucle a través de multi-homing, y opciones flexibles cuando migran circuitos. La advertencia aquí es que, como la arquitectura de circuito es cada vez más compleja, también lo hace la gestión de ancho de banda. Esto puede traducirse en una carga de trabajo administrativo adicional por parte del personal de sistemas o de terceros.
Las herramientas adecuadas, experiencia y un conocimiento innato de la red de la empresa son clave para determinar cuáles son los elementos más críticos en el largo plazo. Con la suma de estas estrategias y tecnologías, el arquitecto de la red inteligente puede satisfacer tanto la demanda de ancho de banda como la máxima disponibilidad de la red.
Los beneficios principales de tener estas plataformas al ciento por ciento es recuperarse rápido ante desastres, servicios restaurados dentro de uno a diez minutos, mínima pérdida de datos, y la disponibilidad objetivo de 99.99%.
Ofrecer la máxima disponibilidad de la red a un cliente no tiene que ser una fantasía, y sólo un administrador de TI con experiencia y la infraestructura necesaria, puede confiar en cumplir su palabra, pues su reputación va por delante.
